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Fascinante Pez del Amazonas:
El arowana o ‘Pez Dragón’ (Osteoglossum bicirrhosum) es un extraño pariente del piracucú, propio de la selva amazónica. Esta criatura primitiva de aspecto alargado, cuerpo hidrodinámico con forma de misil, está llena de músculo y con enorme boca es toda una máquina de matar. Los arowanas suelen nadar en aguas superficiales en busca de una potencial víctima, pudiendo alcanzar en su ataque velocidades de hasta 40 km/h. Se le conoce como ‘ Macaco d’agua ‘ (Pez Mono) por su habilidad de saltar fuera del agua para capturar a sus presas, ayudado de su privilegiada visión. Su alimento puede ser de lo mas variado (ranas, roedores, insectos, ´pequeños pájaros, otros peces, etc).



Este pez del Jurásico cuenta con estructura ósea. De hecho, se han encontrado fósiles de arowana que datan de hace 170 millones de años. Se tratd e supervivientes, capaces de respirar aire por breves periodos (peces pulmonados) y resistir gran variedad de condiciones de agua. Hay 3 subespecies de arowanas en el Amazonas (entre las que se cuentan el arowana negro y el arowana plateado); las otras variedades -mas cortas y rechonchas- son propias de Asia y Australia.

El récord ‘All-Tackle’ IGFA de arowana, 11,5 Kg (25 lbs 5 oz), fué capturado en noviembre de 2007 por Johnny Hoffman en el Río Camaiau, Brasil -ver foto-, aunque en la cuenca amazónica existen ejemplares mayores, ya que la especie puede crecer hasta las 30 lbs. Su costumbre de merodear por aguas superficiales, permite que sean pescador ‘a pez visto’ con moscas o señuelos artificiales.



En determinadas latitudes el Arowana no es el típico pez deportivo. El Arowana de Asia (Sceleropages formosus) y el Arowana Australiana (Scleropages jardini), se mantienen como mascotas en acuarios como símbolo de salud y buena suerte. Las islas de Sumatra y Borneo son famosas por sus arowanas dorados y rojos, que son las variedades mas valoradas por los acuarófilos, si se eceptúa el carísimo arowana platino.

Impresionantes imágenes de un banco de peces presa siendo atacados por los depredadores marinos. Se observa perfectamente cómo los bálamos de sardinas, arenques y otros peces que sirven de alimento a los depredadores, se agrupan formando una gran forma compacta.

Es un mecanismo de defensa mediante el cual las opciones de salir son vida son mayores que para los individuos que deciden dispersarse del grupo. Igualmente, los marlines, dorados y atunes, han perfeccionado sus estrategias de caza para optimizar sus resultados.